La educación en línea tiene gran diversidad de facetas, no solo por las diferentes herramientas y metodologías de aprendizaje que se encuentran en las ofertas en el ciberespacio, sino también por los diferentes sistemas de gestión de información y aprendizaje que han surgido en los últimos veinte años y la evolución de los mismos. Por la naturaleza creativa que ha generado la revolución digital, se hace muy difícil definir o conceptualizar la Educación en Línea; su naturaleza es cambiante y con la llegada de las inteligencias artificiales, se requiere cierta flexibilidad epistemológica para su definición y comprensión.
La Educación en línea para la tercera década del siglo XXI, presenta posibilidades inmensas para las escuelas de educación no formal e informal, gracias a la evolución de los Sistemas de Gestión de Aprendizaje o LMS (Learning management system). Las posibilidades de acceso a estas plataformas y sus recursos de integración de modelos sincrónicos y asincrónicos, nos permiten contemplar una nueva etapa del aprendizaje en línea; una, en la que la educación online es entendida como una alternativa plausible – creíble a los procesos formales de la educación. En otras palabras, la educación informal que ofrecen las plataformas de aprendizaje en línea, ya no son una oferta complementaria a la educación formal, sino que son una oferta educativa per se de formación de habilidades técnicas, cognitivas y psicológicas, que permite potenciar a los individuos a la consecución de logros y metas personales. Este modelo educativo informal, no está circunscrito a calendarios rígidos ni a un aprendizaje forzado con currículos sobrecargados de contenidos y que muchas veces no permiten un verdadero aprendizaje significativo.
Lastimosamente, el potencial de convertir la educación en línea en un verdadero derecho universal, sigue estando limitado por la dificultad de acceso que siguen teniendo las partes menos favorecidas del planeta para acceder a los recursos educativos en línea y la falta de formación en habilidades para el aprendizaje. El acceso a un celular o un computador no aseguran el acceso a una educación productiva, primero, por la ausencia de hábitos de estudio, y segundo, porque nuestra cultura mediática no promueve la educación ni las herramientas que existen para el desarrollo de habilidades cognitivas y técnicas en la población en general. No hay estímulo por el aprendizaje autónomo y autóctono que no dependa de las ofertas de educación formal y sus altos costos financieros en el sector privado, o de la capacidad de un estado para ofrecer una educación pública de calidad y universal para el que la necesite.
La primera etapa de la educación en línea ha tenido limitantes en sus primeros treinta años de desarrollo, en la medida que el acceso a las plataformas de aprendizaje, siguen siendo un obstáculo para que se desarrolle una cultura de uso del ciberespacio para la formación personal de habilidades que lleven al emprendimiento, a la felicidad personal y al desarrollo del potencial de los individuos y sus comunidades.
El profesor Marco Kalz, director de e-learning en la universidad pedagógica de Heidelberg, explica:
«El aprendizaje potenciado por tecnologías permite un mercado educativo mundial en el que las fronteras nacionales ya son irrelevantes. En particular las ofertas educativas abiertas abren nuevas opciones de acceso. Sin embargo, esto lamentablemente no siempre significa que se creen más oportunidades educativas para personas de regiones desfavorecidas. Aquí, la alfabetización mediática y la posibilidad de acceso a Internet son decisivas.»
Fuente: Deutschland.de
En el siguiente artículo del diario Vanguardia, se presentan algunos datos importantes respecto al auge de la educación en línea en la actualidad, como una tendencia afianzada, lo que no significa que sea una tendencia abierta a toda la población. Lo que hace una década era entendido como una formación complementaria, hoy en día es entendido como una formación multimediática con la capacidad de desarrollar en los estudiantes, no solo habilidades en sus propias áreas del conocimiento sino también en hábitos de trabajo personal autónomo y organización del tiempo.
Los servicios de educación informal y no formal, han tomado mayor peso con el desarrollo de las capacidades de crecimiento del ciberespacio, en la medida que hace 10 años nada más, la velocidad y la capacidad de acceso a servidores y plugins de aprendizaje era un privilegio, no solo por sus costos, sino también por las necesidades técnicas para respaldar la creación de una plataforma. Por esta razón es tan notable y meritorio el trabajo de las plataformas innovadoras como Coursera, Skillshare, EdX, Creative Live y Udemy, entre otras, por dar un paso adelante en la construcción de espacios de educadores informales de muy alto nivel, a los cuales luego las propias universidades accedieron a ofrecer sus propios cursos.
Para la tercera década del siglo XX, el crecimiento propio de las capacidades del ciberespacio en términos de navegación, memoria y gestión de información de múltiples medios, permite que grupos de trabajo pequeños y especializados, como el construido por los coordinadores de Alexandría, puedan construir su propia plataforma en apoyo de los Sistemas de Gestión de Aprendizaje o LMS (Learning Management Systems). Esto permite pensar que el acceso a la educación puede tener un impulso muy grande en la medida que las comunidades de enseñanza ya no necesitan billonarios recursos para funcionar, sino equipos de trabajos e inversiones posibles para poder ofrecer espacios de formación académica y personal.
Nada de esto sería posible sin la evolución y trabajo dedicado de programadores y educadores, detrás de los diversos software en línea que hoy en día son accesibles para la construcción de proyectos como el Faro de Alexandria. En nuestro caso, trabajamos con TUTOR LMS, plugin educativo asociado con WordPress, el cual nos permite albergar el portal como un centro de información, pero aún más importante, un portal de formación con nuestros propios cursos y herramientas de ensueño.
El potencial en términos del apoyo a los procesos de aprendizaje es inmenso, pues no solo la plataforma es el espacio virtual que permite reunir los recursos de aprendizaje, las actividades y la conexión entre maestro y estudiante, sino que también se convierte en el puente de comunicación con redes sociales para permitir que la educación y las reflexiones sobre la misma, tengan un mayor peso en la comunicación multimediática contemporánea.
Buscamos potenciar el modelo de las plataformas de aprendizaje en línea, con una red multimedial que integre la conversación educativa en redes sociales, y con la posibilidad de que cada curso permita la comunicación e interacción directa entre el tutor y el estudiante, de tal manera que el modelo asincrónico que favorece la autonomía y el uso de tiempos del estudiante, se complemente con espacios sincrónicos de profundización y conexión entre las partes.
Ese es nuestro proyecto y camino de los próximos años, la construcción de nuestra propia Biblioteca digital de Alexandría.